Con más frecuencia de lo deseado las empresas no invierten los suficientes recursos a la hora de atender a sus audiencias en estos escaparates virtuales. Y lo peor: muchas veces la imagen que reflejan de ellas mismas no es genuina y eso genera un rechazo entre los usuarios, que captan rápidamente la falta de autenticidad. El fracaso, entonces, está servido.
- GENERACIÓN DE CONTENIDOS: ¿calidad o cantidad? La proporción que toda empresa debe seguir a la hora de ofrecer contenidos a sus audiencias es de 80-20: 80% de contenidos útiles y de valor, y solo un 20% de tipo corporativo o de empresa. Pero el ritmo frenético de los últimos tiempos ha llevado a muchas organizaciones a llenar sus canales de comunicación con mensajes planos, que no entusiasman ni tienen un efecto positivo en el consumidor.
Para lograr un mayor impacto es esencial que la marca logre emocionar con su discurso, ya sea a través del diseño visual, de la difusión de vídeos y, sobre todo, de historias atractivas (storytellings) con los que el usuario pueda identificarse fácilmente.
- MUNDO MÓVIL. La pantalla pequeña. Si tres cuartas partes de la población será “mobile only” en 2025 (solo accederán a Internet a través de sus smartphones), resulta asombroso que aún hoy en día existan empresas que ignoren el teléfono móvil o que no lo incluyan como parte de su estrategia de comunicación y marketing.
¿Tiene la web un diseño responsive adaptado a la pantalla del móvil? ¿Se utiliza tecnología que dificulta la navegación desde el teléfono? ¿Hay ventanas emergentes que interrumpen la lectura?
- MEDICIÓN: sin examen. Para saber si una estrategia de comunicación es la correcta, es fundamental obtener datos de todo el proceso para poder medir las iniciativas y evaluarlas. Pero son varias las compañías que descuidan este eslabón clave del plan o que fallan a hora de establecer cuáles las mejores métricas (o KPI) para su caso particular.
No hay que olvidar que una medición correcta contribuye a tomar decisiones con mayor precisión, aumenta la eficiencia de las acciones y favorece la adaptabilidad del negocio a los movimientos del mercado, entre otras ventajas.
- AUTOMATIZACIÓN: temor a la productividad. “Generamos contenidos de valor, estamos activos en redes sociales y difundimos a través del smartphone, ¿qué nos está faltando?”. Los complejos procesos de comunicación que permiten interactuar con el usuario de forma efectiva demandan hoy en día una gran cantidad de recursos.
Por eso, para tener rentabilidad y que no haya un exceso de inversión que desestabilice a la empresa, la automatización es esencial en el Convergent Marketing®. La inteligencia artificial ofrece completas soluciones que resultan provechosas no solo en términos de ahorro de tiempo y dinero, sino también, como en el caso de los chatbots, que son capaces de desarrollar atractivas experiencias para el usuario a través de sus conversaciones.